Preparación:
Sofreir la cebolla con una pizca de sal. Añadir el ajo y remover durante un par de minutos. Añadir los champiñones y saltear con chorrito de vino. Añadir los copos de trigo sarraceno y remover durante unos minutos para que los pocos se impregnen bien hasta que veamos que se empiezan a pegar en el fondo de la olla.
Mientras hacemos todo esto calentamos la bebida vegetal elegida y le añadimos añadimos la pimienta, la nuez moscada, la salsa de soja y la media pastilla de caldo vegetal con miso. Remover para que quede todo disuelto.
Añadir poco a poco la bebida condimentada y muy caliente a los copos y remover. Nos tiene que quedar como una crema que, en unos minutos a fuego bajo y sin parar de remover, al final espesará mucho, quedando como una pasta. En este momento añadir el perejil y repartir removiendo de forma homogénea.
Pasar a un plato y dejar enfriar a temperatura ambiente. Cuando esté frío, terminar de enfriar en en la nevera. Cuando esté fría la masa se pondrá dar forma de croquetas con total facilidad. Con estas cantidades me salen 16 unidades.
Formar las croquetas y rebozar con la sémola de arroz o el pan rallado de maíz (sin gluten). Freír en aceite caliente. Con medio dedo es suficiente. Hacer rodar la croquetas hasta que estén doradas por todas partes. Traspasar a papel de cocina para deshacernos del excedente de aceite. Listas para tomar.
Autora de la receta: Raquel Magem